(Posible imagen de la susodicha piscina)
Era el verano de 2009 cuando unos amigos y yo decidimos ir unos días a Salou en verano. Estuvimos en el apartamento de J.T. y lo único que hacíamos era merodear por las calles y playas, beber como bestias y hacer todo tipo de fechorías En uno de los paseos y con sueños de convertir esa noche en legendaria a algún loco del grupo se le ocurrió colarnos en un hotel y saltar a la piscina pero no llevábamos bañador... Problema? NINGUNO.
Me gustaría aclarar que no estoy 100% seguro de que la imagen adjunta se corresponda a la del hotel al que entramos pero es bastante parecido y sirve para hacerse una idea. Entramos por la puerta principal como si fuéramos clientes habituales y tuvieran que saludarnos al entrar por nuestro nombre de pila e invitarnos a un refrigerio antes de retirarnos a nuestros aposentos. Seguimos con naturalidad hacia el jardín donde se hallaba la piscina.
Para no levantar sospechas nos sentamos en unas hamacas cerca de la piscina, fue entonces cuando se acercó el conserje... Estuvimos hablando con él conversando de temas superfluos durante un buen rato y no sospechó nada (Aún me acuerdo de él, parecía un buen hombre y me supo mal por él). Cuando se alejó lo suficiente lo hablamos entre todos... Ya había llegado el momento. No teníamos ropa de baño ni toallas... así que nos desnudamos y AL AGUA PATOS!
Algunos fueran más valientes y nadaron un poco, yo nada más sumergirme nadé hacia la superficie, alcancé las escaleras, me puse la ropa interior, cogí el resto y salí a toda prisa! Por suerte, antes de entrar en el hotel estudiamos la estrategia para escapar impunes de ese acto y me escapé por la parte trasera del recinto. Una vez fuera, seguí corriendo un par de calles por si acaso.
¡Menudo subidón de adrenalina!
Dificultad: 7/10
Prioridad: 7/10
Miedo: 9/10
Diversión: 10/10
Estuvimos hablando de ello todo el verano y espero no olvidarlo jamás.
